Experiencia única, de esas que se te quedan grabadas para toda la vida...
Recién comenzaba en el área, y a los 6 meses de estar allí me toco hacerme cargo de la primera desvinculación, era una persona que trabajaba en ventas, una mujer que había conseguido trabajo después de un prolongado tiempo ausente del mercado laboral, con 2 hijos entre 2 y 7 años en ese entonces, y ese día, un día de sol que se fue tornando a gris, frío, y con gotas de por medio, nos sentamos en la sala de reunión del primer piso y cuando menos me di cuenta había muchas cantidades de gotas en la mesa, en el piso, en su ropa, mi asombro cuando me di cuenta que estaba desconsolada por la noticia, y no saber qué hacer en ese momento.
En esos segundos, cuando pasas el vaso de agua y un pañuelo para que se relaje, es donde quedan en evidencia los valores de cada persona, la importancia de la empatía y de mostrar cuán importante es la persona como valor agregado a la empresa, aún cuando tiene que estar afuera, por el motivo que sea.
Sabía de una empresa que estaba buscando personal administrativo, así que le comenté de ese puesto, y si estaba interesada podía recomendarla, teniendo en cuenta que lo que más vale allí es su 50%, lo que ella pueda aportar.
La importancia del outplacement, como valor de empresa, entender a la persona que se va, sobre todos aquellas que se vuelan porque necesitan desplegar su potencial en otras empresas, en otras áreas, que se adaptaran mejor, es fundamental, y a largo plazo tiene un impacto positivo en la imagen de la empresa. Que esa persona hable bien de la organización una vez que ya se fue, que uno de sus recuerdos sea que se ocuparon y acompañaron en el proceso de desvinculación y de re-inserción laboral es lo que se rescata en este tipo de funciones.
Los procesos de desvinculación son tan importantes como los de recruiting e inducción, transmitir los valores de manera congruente en ambas etapas aún mas.
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